viernes, julio 01, 2005

Peripecias

Hay veces que estamos solos y todo se vuelve más claro,
pensamos en lo que le diríamos a tal o a cual persona,
todo se vuelve una verborrágica confesión,
nos admiramos de lo bien que suenan nuestras palabras,
hasta llegamos a imaginar las respuestas que nos serían dadas.
¿para que preguntar entonces?,
claro.....,
ahí está la dificultad que se presenta al hacer realidad el enfrentamiento,
las palabras no salen ,
y las preguntas no se formulan claramente,
quizás por el temor de la total certeza ,
de que las respuestas no van a ser exactas como las queremos,
perdemos el hilo, tratamos de decir lo que sabemos va a ser entendido,
que resulta ser un mínimo de todo lo que habíamos planeado.
¿porque no saldrá todo tan perfectamente redactado?,
¿será por eso que los políticos llevan el discurso escrito?,
a veces creo que debería hacer lo mismo.

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