sábado, agosto 20, 2005

Hoy me observo a mi misma,
te observo a vos (y a vos),
a la señora que pasa apurada
casi corriendo por la calle.
Al señor que hace sonar la alarma de su auto nuevo,
al viejo que sigue alcahueteando
a ese que hace 50 años que le chupa la sangre.
A los niños...
esos que atrapan mi mirada,
ellos están clarísimos
el día es hermoso y juegan y juegan.
De pronto una sensación de vuelco en el corazón,
en el estómago, en los ojos, en la cabeza.
¿No entendés? ¿No entienden?
Nos hicieron un regalo,
tenemos ojos, labios, piel, lengua, manos,
¡Estamos vivos!
pero nos morimos, cada minuto, cada segundo,
es un tránsito, hacia el único destino seguro.
¿En qué estamos pensando?,
¡Sacudite! Yo sé que nada es fácil,
pero, ¡Por favor! Acá estoy yo, entera, para ayudarte.
Ayudáme vos también,
desde que te conozco... ya no quiero sola.
Nos morimos, ¿Entendés?
Despacito, todos nos morimos.
Hagamos algo por aceptar el regalo que la vida nos ofrece.
Sino... ¿Qué haremos el día que nos toque darnos cuenta
que todo lo demás es peso pluma en la balanza, que no sirve para nada?.
Necesito tu mano, aquí te espero con la mía extendida.
Los gritos deseperados de mis propios silencios,
desgarran mis oídos,
provocan torbellinos en mi mente,
se llena de fotos de tu cuerpo, de tus ojos,
del olor de tu piel,
paralizan mi corazón, envenenan mi sangre.
Y un categórico NO a la desesperanza,
arrollador
trasciende fronteras y distancias.


Correcciones a cargo del señor Gons.
Muchas gracias.
http://existir_todavia.blogspot.com
http://syqnus.blogspot.com

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