viernes, agosto 26, 2011
martes, agosto 09, 2011
Abrazo tu nombre como un enigma,
o un elixir que me salva del tedio,
del desconcierto trivial de la rutina.
Del frío que me da,
saberte existiendo bajo mi mismo cielo
y no poder llegar a tocarte.
Cierro los ojos
de nuevo me pierdo mirandote.
Por la noche te invito entre mis sueños...
a veces venís cálido e imponente,
siempre único, siempre amado,
siempre magnífico.
Me despierto aún embriagada en tu perfume,
y mi mente confundida
jura sin duda alguna,
que anoche,
mi cuerpo se durmió acurrucado entre tus brazos.
o un elixir que me salva del tedio,
del desconcierto trivial de la rutina.
Del frío que me da,
saberte existiendo bajo mi mismo cielo
y no poder llegar a tocarte.
Cierro los ojos
de nuevo me pierdo mirandote.
Por la noche te invito entre mis sueños...
a veces venís cálido e imponente,
siempre único, siempre amado,
siempre magnífico.
Me despierto aún embriagada en tu perfume,
y mi mente confundida
jura sin duda alguna,
que anoche,
mi cuerpo se durmió acurrucado entre tus brazos.
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